Democracia y tecnologías de la información. Entre la utopía de la autorrealización y las tentaciones populistas-totalitarias.
Encontramos dos interesantes referencias de Michel Foucault, de especial interés para nuestros propósitos en el presente trabajo, a sendos autores clásicos en la brillante disertación del filósofo que se recoge en Discurso y verdad en la antigua Grecia. Vamos a tomar dichas referencias como punto de partida, deteniéndonos en aquellos aspectos de las mismas que pueden contribuir a iluminar la realidad presente. La primera de ellas tiene que ver con el pseudo-Jenofonte quien, en su obra La república de los atenienses, realiza una crítica a la Democracia apoyándose en que en tal sistema político el demos está formado por todos los ciudadanos. A su juicio, en esas circunstancias, en el sistema político democrático no pueden predominar los mejores; por tanto, concluye el desconocido autor ateniense, lo que es bueno para el demos no puede ser bueno para la polis. Es interesante esta crítica por el contraste que permite establecer entre lo que hoy podríamos llamar pueblo o población que detenta derechos políticos, si queremos utilizar una expresión algo más neutra, y la comunidad política ideal, en la que tan sólo podrían o deberían contar los mejores, según se desprende de la opinión de este autor y de la otros muchos críticos de la democracia. En ningún momento puede darse por hecho que ambos grupos de población coinciden, antes al contrario: la separación entre ellos es radical aunque la frontera se difumine por completo en el seno del régimen democrático.
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